Zapatillas

Cómo limpiar tus zapatillas blancas para que vuelvan a parecer nuevas con elementos que ya tienes en casa

Cómo dejar tus zapatillas blancas impolutas con cosas que ya tienes en casa y sin destrozarlas en el proceso.
Cómo limpiar tus zapatillas blancas para que vuelvan a parecer nuevas con elementos que ya tienes en casa
Cortesía de Errant

Abrir por primera vez la caja de unas zapatillas blancas es uno de los mayores placeres. Al levantar la tapa, puedes percibir cómo sale de dentro una especie de luz fulgurante que desvela un reluciente par de sneakers. Ponértelas por primera vez supone convertir tus pies en un llamativo cartel luminoso que dice “eh, mírame, estreno zapas”, aunque para muchos otros parece gritar “¿Estrenas zapas? Te las voy a pisar”. Y este sea posiblemente uno de los mayores inconvenientes de las zapatillas blancas.

Estrenar zapatillas es algo muy placentero, pero mantenerlas limpias es arena de otro costal. Con el uso, el paso del tiempo y parte de la descuidada humanidad que planta el pie donde no debe, las zapatillas blancas terminan ensuciándose, rozándose o incluyo amarilleando más pronto que tarde. Pero tiene una solución más sencilla que lo que parece.

La primera intuición nos lleva a meterlas directamente en la lavadora. Si toda la ropa entra ahí sucia y sale impecable, ¿por qué no iba a pasar lo mismo con las zapas? Porque técnicamente no son ropa, sino calzado, y el agua, el jabón y las vueltas en la lavadora –así como la posterior humedad excesiva– pueden cargarse las plantillas y mediasuelas.

Sin embargo, todavía hay esperanza. Tus zapatillas aparentemente destruidas (tanto las de piel como las de lona) pueden volver a estar como nuevas con productos que posiblemente ya tengas en casa y en menos de cinco minutos.

Ingredientes

Solo necesitaras seis ingredientes para restaurar tus sneakers, ya sean de piel o de lona. Son más sencillos de lo que parecen. Como decíamos, posiblemente los tengas todos en casa. Y si no, no es difícil encontrarlos.

1. Un vaso de agua tibia
2. Un cepillo para limpiar zapatos

El primer paso indispensable si buscas un resultado de matrícula de honor, ya que elimina la suciedad superficial, que es en sí la que más nos preocupa porque es la más evidente, y el polvo depositado sobre el material del que están confeccionado tu par. A la hora de buscar el mejor cepillo, opta por las cerdas de crin naturales, que limpian sin arañar las zapatillas.

Cepillo de madera con púas naturales, de Biped

Set de cepillos con 100% cerdas de crin de caballo, de Langer & Messmer

3. Un cepillo de dientes

Al ser su superficie más reducida, el cepillo de dientes te ayudará a eliminar aquellas manchas más específicas y pequeñas en las que es posible que un cepillo de mayores dimensiones no pueda incidir.

Set de cepillos de dientes de dureza media, de Oral B

Set de cepillos de dientes de dureza media, de Colgate

4. Bicarbonato sódico

Bicarbonato sódico The Fabulous (500 gr), de Starwax

Bicarbonato sódico ecológico (800 gr), de Nortembio

5. Jabón para lavar los platos

Jabón lavavajillas Ultra, de Fairy

Jabón lavavajillas con aloe vera, de Mistol

6. Una bayeta de cocina

Para retirar el exceso de jabón y de humedad.

Set de 6 bayetas Suave, de Vileda

Set de 3 bayetas, de Ballerina

Cómo limpiar las zapatillas blancas

  1. Antes de empezar, quita los cordones de las zapatillas. Estos sí los puedes meter en la lavadora sin riesgo a que se estropeen. Lávalos tantas veces como necesites hasta que queden bien blancos.
  2. Con un cepillo para zapatos con cerdas duras, retira la suciedad superficial de las zapatillas.
  3. Después, junta en un pequeño recipiente un vaso de agua tibia, cinco cucharadas de bicarbonato y dos cucharadas de jabón para platos. Remueve bien y aplica toda la mezcla por la superficie de las zapatillas con el cepillo de dientes, asegurándote de frotar bien para ir eliminando toda la suciedad. Si necesitas un cóctel más resistente porque tus zapas están realmente sucias, puedes añadir un buen chorro de agua oxigenada.
  4. Por último, ni se te ocurra meterlas debajo del grifo. Con una bayeta húmeda bien escurrida, ve retirando poco a poco la mezcla y los últimos restos de suciedad hasta que las zapatillas queden bien limpias.
  5. Déjalas secar a temperatura ambiente. En el caso de las de piel, mejor si es en un lugar en sombra, para que no se cuarteen con el sol.
  6. Para un toque profesional final, y siempre que se necesite, puedes quitar con una cuchilla de afeitar vieja las pelusas o pelotillas que se hayan podido crear alrededor de la zona del tobillo.