Ser más productivo es algo que todos buscamos si tenemos como objetivo triunfar en nuestro trabajo. Para ello, solemos tomar como referentes a multimillonarios, a grandes empresarios que han tenido ideas revolucionarias, y uno de ellos, definitivamente, es Jeff Bezos. Frecuentemente, al creador de Amazon se le pregunta por el secreto de su éxito y, aunque no haya una fórmula mágica, suele dar ciertos consejos sobre qué le ha ayudado a llegar a donde está.
Habiéndose coronado este año como la tercera persona más rica del mundo, muchos se han preguntado cómo ha alcanzado ese nivel de fortuna y cuál es la clave para que una empresa funcione como lo hacen las suyas. Para él, que cada uno de sus trabajadores consiga ser más productivo pasa por algo muy simple: no establecer un horario estricto, y darle espacio para pensar de forma creativa.
Él mismo afirma que no lleva una rutina a rajatabla, porque, normalmente surgen cosas de improvisto o sus reuniones se alargan más de lo que estaba planeado. Por ello, cree en la necesidad de que la mente divague.
De hecho, dentro de sus reuniones hay un tiempo designado a que los participantes lancen ideas espontáneas. Un método que él llama “reunión desordenada”, que ni siquiera tienen un tiempo limitado, porque Bezos considera que, para resolver un problema, es necesario que se lancen ideas de forma constante, se debatan, se encuentren soluciones ante las objeciones y, así, sucesivamente.
Es una estrategia que tradicionalmente se ha podido considerar poco eficiente, porque tendemos a pesar que todo debe tener un orden y estructura, pero que, sin duda, al empresario le ha funcionado de maravilla. Esto se debe a que pensar de forma divergente puede mejorar la productividad, fomentar la creatividad y el propio bienestar de los trabajadores. Y esto no es algo que solo diga Bezos, sino también múltiples estudios.
Hay quienes piensan que la productividad pasa siempre por dividir nuestros tiempo en bloques, planificando en nuestro calendario cada tarea, dándoles un tiempo diario determinado. Quienes lo llevan a todos los aspectos de su vida, incluso planifican sus diez minutos para el café.
Esto puede servir a muchos, pero, para otros, puede resultar más estresante y puede acabar provocando que se saturen ante una lista interminable de cosas por hacer. Para este tipo de personas, el dejar que su mente fluya puede ser mucho más útil para su creatividad y productividad porque ayuda a que se nos ocurran nuevas ideas que quizás no tendríamos si tuviéramos una rutina y un horario totalmente estricto.
Y es que el relajarnos, en ocasiones, puede ser lo más efectivo a la hora de trabajar mejor. Cuando surge un problema en nuestro trabajo, puede resultar muy útil tomarnos un tiempo para relajarnos, alejándonos de distracciones, para tratar de encontrar las soluciones que necesitemos. Después, tendremos que comentarlas con nuestros compañeros para terminar de pulirlas.
Claro que esto no es sinónimo de dejar de trabajar. Simplemente consiste en tomarnos cierto tiempo para reflexionar y pensar sin que tengamos presiones externas.
Esto es lo que hace Bezos: se dedica pensar y a divagar para, más tarde reflexionar acerca de los pros y contras de las ideas que se le hayan ocurrido. Una vez que lo ha hecho, se las presenta a su equipo para que todos puedan explorarlas y, muchas veces, de esa idea inicial, nacen otras completamente distintas. Se trata de trabajar en equipo de forma creativa para encontrar soluciones.
Al final, es muy fácil criticar lo que otros sugieren. Lo complicado es permitirnos a nosotros mismos pensar y reflexionar sin límites. Pero ahí es donde se halla la verdadera clave de la productividad.
