Descubrimos la manufactura y tecnología de los relojes Grand Seiko

La manufactura japonesa Grand Seiko se inspira en los paisajes nipones para fabricar piezas de diseño extraordinarias creadas por los Takumi, los maestros del arte de la relojería.
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Grand Seiko SBGW297 y SBGW299.Grand Seiko

Cada movimiento creado por Grand Seiko revela historias distintivas inspiradas en “La Naturaleza del tiempo”. Pero, ¿qué es el tiempo? Una búsqueda sin fin para los artesanos de la manufactura nipona, quienes ponen su alma en cada detalle del proceso con objeto de componer, de manera extremadamente meticulosa, el reloj ideal. Uno que venera con orgullo esa espiritualidad del tiempo japonesa que encontramos concentrada en lo más profundo de cada pieza, en las líneas esculpidas, en las superficies espejadas, en los intrincados mecanismos, en los afilados índices multifacéticos y en las brillantes manecillas.

La naturaleza de los paisajes de Japón sirve de fuente inagotable de inspiración a la maison, que cuenta con dos talleres propios: el atelier de Shizukuishi, ubicado en la prefectura de Iwate, donde se producen todos los movimientos mecánicos, y el Shinshu Watch Studio, sede de todos los relojes Spring Drive enmarcada entre magníficas montañas.

El reloj perfecto

Son los Takumi, los maestros del arte relojero, quienes –con alma y pasión– idean los movimientos de alta precisión, ensamblan meticulosamente cada pieza a mano e incluso curten el cuero con el que se fabrican las correas y brazaletes de Grand Seiko. Todo con el objetivo de crear el ‘reloj perfecto’ que encarna los valores de la cultura japonesa, profundamente respetuosa con el medioambiente y la búsqueda de la perfección en el arte y la artesanía. Es por ello que algunos relojes están diseñados para reflejar una estación específica, ya sea el florecimiento de los cerezos en primavera o la tranquilidad del invierno nevado. Otros se inspiran en lugares cercanos, tanto física como emocionalmente. Por ejemplo, en las esferas de los modelos Grand Seiko SBGW297 y SBGW299, dos creaciones de tamaño medio que rinden homenaje al 44GS, podemos observar patrones artesanales japoneses que nos recuerdan a los kamisen, los abanicos japoneses
plegables de papel.

Taller Grand Seiko en Japón.

Grand Seiko

Grand Seiko Tentagraph

En Shizukuishi nació otro modelo icónico de la marca, el primer cronógrafo mecánico fabricado por Grand Seiko, el Tentagraph, cuya esfera, de un azul intenso, evoca el cielo nocturno del monte Iwate, fuente de inspiración permanente de la maison japonesa. Con una reserva de marcha de 72 horas, el cronógrafo de 10 alternancias con más duración del mercado presenta un diseño actualizado: la caja y el brazalete están hechos de titanio de alta intensidad, que es aproximadamente un 30 por ciento más liviano que el acero inoxidable, y su bisel está hecho de cerámica resistente a los rayones.

El Tentagraph, impulsado por el nuevo Calibre 9SC5, es emblemático de la próxima generación de relojes deportivos Grand Seiko, tanto por su innovación tecnológica como por su estilo Evolution 9.

Grand Seiko Tentagraph.

Grand Seiko

Por su parte, el Grand Seiko White Birch SLGH005 captura el dinamismo de los bosques de abedules blancos cercanos al taller de Shizukuishi. Un diseño que combina el pulido Zaratsu, un acabado espejo sin distorsiones, y el acabado mate muy fino, que aporta a la caja un brillo tranquilo y armonioso y en el que destacan las poderosas manecillas y marcadores acanalados y prominentes, que aseguran una legibilidad perfecta. El reloj de altas alternancias está alimentado por el revolucionario calibre 9SA5, que ofrece una reserva de energía de 80 horas gracias a su mayor eficiencia energética.

Grand Seiko White Birch SLGH005.

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