La frase que puede romper cualquier tipo de relación es todo lo contrario a lo que te esperas

Ni “no eres tú, soy yo”, ni “te mereces algo mejor”. Hay otra frase que acaba con todas las relaciones y no es necesariamente negativa.
La frase que puede romper cualquier tipo de relación es todo lo contrario a lo que te esperas
'Friends' (Crane y Kauffman, 1994-2004)

Solemos pensar que cuando se rompe algún tipo de relación, ya sea de amistad, de amor o familiar, tiene que haber pasado algo dramático, alguna pelea o discusión que nos haya llevado al límite. Y, aunque en esto haya parte de verdad, lo cierto es que hay cosas más simples que pueden llevarnos a cortar vínculos en nuestra vida. A veces, son frases aparentemente inofensivas, pero que cambian por completo nuestra relación con los demás.

Hay una en concreto que suele hacerlo. “No te preocupes, que podremos resolverlo”. Sí, puede parecer extraño, porque es una declaración que aparece en momentos de estrés, preocupación o tristeza y que los demás usan para tranquilizarnos y darnos esperanza de que todo irá a mejor. Pero el usarla en exceso puede cambiar por completo su significado y debilitar nuestra relación.

Puede ser muy negativa porque, en ocasiones, nos da una sensación de seguridad que es completamente falsa. Si, por ejemplo, estamos preocupados por la situación económica que vivimos en nuestra relación, es muy probable que nuestra pareja nos diga que lo solucionaremos con el tiempo. Ello nos tranquilizará y nos aliviará de forma temporal, pero los problemas seguirán ahí.

Nuestra pareja no nos está proponiendo una estrategia ni nos está contando cómo piensa enfrentarse a una dificultad determinada, sino que de forma continua nos promete que todo saldrá bien. Pero si, con el tiempo, no vemos ningún cambio ni en su comportamiento ni en nuestra situación, caeremos en un mar de dudas y en una frustración que nos hará desarrollar resentimiento hacia ellos.

Y es que, con esta frase, las personas eluden su responsabilidad en determinados contextos. Es una estrategia que, según los expertos, muchos usan para evitar conversaciones difíciles o serias, o para esquivar preguntas que les hacemos cuando estamos preocupados. En lugar de enfrentarse a lo que está pasando, ignoran el problema y su parte en él, y simplemente confían en que otros (o el propio paso del tiempo) lo solucionarán.

Entonces, se produce una falta de comunicación porque, por mucho que nosotros nos queramos enfrentar a esa preocupación o a ese obstáculo determinado, no podremos hacerlo si el otro actúa como si no existiera. Ante nuestro estrés, simplemente nos dice “no te preocupes, que podremos resolverlo”, y esta declaración se acaba convirtiendo en una frase vacía de significado, que no nos ayuda absolutamente en nada.

Entonces, nos damos cuenta de que el compromiso no es el mismo por parte de ambos. Por mucho que nosotros queramos comunicar y solucionar lo que está ocurriendo, nos será imposible si no contamos con la ayuda y el punto de vista de quien también está involucrado en dicho problema.

De esta forma, nos resulta complicado hablar de forma sincera y vamos siendo conscientes cada vez más de cómo la relación, ya sea de pareja, de amistad, familiar o laboral, pende de un hilo, porque, cuanto más tiempo pase, nos será más difícil encontrar un punto medio entre nuestras personalidades y perderemos las ganas de hablar.

Aunque el que alguien nos asegure que todo saldrá bien suela ser algo positivo, que nos llena de ánimos y optimismo, no siempre resulta útil. Es algo que debe ir acompañado de acciones y de un esfuerzo por mejorar la situación y superar juntos aquello que estemos viviendo.

El usar de forma excesiva estas promesas vacías hará que la confianza, la comunicación y el compromiso en la relación se deteriore, y esto, a la larga, romperá de forma inevitable todo el vínculo existente entre los dos. Para que una relación dure, es necesario que la cuidemos no solo en la teoría, sino también en la práctica.