Cuidados

Me diagnosticaron acné nodular adulto hace seis meses y así lo estoy combatiendo (a la vez que recupero mi autoestima)

Un diagnóstico de acné nodular adulto nunca es una buena noticia porque siempre plantea un sinfín de dilemas. Aquí, la respuesta a las preguntas que ni siquiera sabías que tenías.
Así he vivido mi diagnóstico de acn nodular adulto .
Así he vivido mi diagnóstico de acné nodular adulto (y así puedes tratar el tuyo junto con un profesional).Cortesía de Tommy Hilfiger

“Siento decirte que esto tiene toda la pinta de tratarse de acné nodular, David”. Acné nodular. Las dos palabras que más me aterraba escuchar y las dos palabras que Silvia Moreno, coordinadora de área dermoestética de la clínica madrileña Mira + Cueto, pronunció durante mi primera limpieza facial con ella. “Y si lo confirmamos, deberías empezar el tratamiento inmediatamente porque se puede extender por otras áreas del rostro”. Una muy buena primera cita, por supuesto.

Y, muy en el fondo de mí mismo, me esperaba tal respuesta. Aunque inocentemente le consulté a Moreno por la aparición de unos bultos internos y dolorosos sobre mi pómulo izquierdo ante la posibilidad de que fueran una consecuencia de una práctica de malos hábitos (justo había finalizado la temporada navideña y, con ella, sus copiosas comidas y sus botellas de sidra ya vacías), sabía que podía tratarse de acné nodular. Al fin y al cabo, no era mi primera vez como combatiente de este trastorno de la piel que hizo que me ganara el apodo de ‘paella’ durante algunos meses de mi segundo año de secundaria y que, por ello, machacó mi autoestima de púber ya acomplejado por otros varios motivos. No puedo negar que esa fuera mi primera reacción tras escuchar el diagnóstico de Silvia: iba a volver a ser una broma con cara de paella, pero con 27 años en vez de con 14. Una exageración para unos, un dilema para mí (que, como soy quien lo afronta, es el que me importa).

No te agobies porque es un brote muy reducido y localizado que hemos localizado a tiempo”, me dijo Moreno ante mi cara de preocupación. Pequeño y doloroso, porque se trataban de dos bultos de tamaño mediano y uno de dimensiones más reducidas que aparecían y desaparecían de manera constante y llegaban a molestar incluso al apoyarme sobre una almohada. Además, por muy reducido que fuera dicho brote, yo me lo veía en el espejo porque 1. generaba relieves sobre mi piel que se notaban al mirarme de perfil. 2. la zona estaba enrojecida. De nuevo, el trauma de la paella.

Me planteé muchas preguntas que, lejos de darme una solución, solo me generaban más ansiedad ante la simple idea de salir de casa (sin ser yo una persona precisamente hogareña, lo cual demuestra que el diagnóstico no fue plato de buen gusto). ¿Se nota mucho o mi cabeza me está jugando una mala pasada? ¿La gente se dará cuenta? ¿Y si lo disimulo con maquillaje? ¿Qué van a pensar de un redactor de belleza que tenga esta piel? Hasta que llegué a una bifurcación psicológica: podía seguir preocupándome por el qué dirán o podía hacer algo al respecto y olvidarme de esta mala noticia. Elegí la segunda para, además, arrojar un poco de luz sobre la situación si tú, lector, estás pasando por lo mismo.

Acné nodular adulto: qué es, cómo se origina, cuáles distinguirlo y cómo tratarlo

Hablar de acné nodular es hacer mención a un tipo concreto de la que es una de las enfermedades de la piel más comunes en el campo de la dermatología. De todas estas clases, la que me diagnosticaron es una de las más graves -según explica la doctora Ana Crespo, miembro del equipo médico de Mira + Cueto, el acné más grave es el quístico, una evolución del nodular con el que comparte entidad-.

En los brotes de acné aparecen lesiones que pueden ser inflamatorias, como las pápulas, las pústulas, los nódulos y los quistes; o no inflamatorias, como los comedones abiertos y cerrados y las cicatrices”, explica la propia doctora Crespo. “En el caso del acné nodular, este se manifiesta mediante lesiones profundas y dolorosas que, aunque no fluctúan al tacto, si presentan inflamación y dureza”, continúa. A su vez, este acné se puede dividir en dos vertientes: moderado y conglobata, que se diferencia del primero en la aparición de nódulos de 10 o más milímetros que duelen o incluso de abscesos y fístulas.

Otro agravante tiene que ver con los efectos a posteriori: lo normal es que cada lesión deje una cicatriz atrófica muy difícil de tratar, por lo que su tratamiento precoz es esencial tanto por tema de salud como por una cuestión de impacto emocional y autoestima para el paciente.

Las causas en la aparición del acné son de sobra conocidas. Más común en las pieles grasas que en las ecas, si bien no es absolutamente exclusivo de las primeras, este tiene lugar por “una obstrucción de los folículos pilosebáceos debido a un crecimiento anormal de los cornecitos que son células superficiales de la piel. Además, aumenta la secreción sebácea dentro de la glándula”, describe Crespo. ¿La consecuencia? Un taponamiento de la salida del folículo pilosebáceo que provoca una proliferación bacteriana del propionibacterium acnes, agente responsable en la aparición de los nódulos y quistes.

¿Pero no es el acné una enfermedad propia de la población adolescente? Es cierto que se le atribuye a este grupo, pero las alteraciones hormonales que desembocan en el mismo pueden darse en otros momentos de la vida adulta. Esto demuestra que, independientemente del tramo de edad, el diagnóstico profesional es esencial para un desarrollo del caso personalizado, centrado según Crespo en “regular la secreción sebácea, evitar la obstrucción del folículo y formación del comedón y disminuir la población bacteriana”, con un desenlace feliz.

¿Cuál fue la pauta recomendada para mi acné nodular adulto? Al caracterizarse por su profundidad, su dolor y por la aparición de cicatrices posteriores, la doctora Crespo me recetó una concentración de 10 miligramos de Dercutane, un medicamento a base de isotretinoína o retinoide que ralentiza la actividad de las glándulas sebáceas y reduce su tamaño. De nuevo, un flashback no del todo agradable volvió a reproducirse en mi cabeza: ojos secos con picor, labios agrietados, comisuras tirantes y piel más reactiva a la exposición solar. Tampoco nada de alcohol, aunque eso no suponía ningún problema en mi caso, debido a que este fármaco se metaboliza vía hepática.

Aún así, decidí obedecer y seguir la recomendación de la doctora. También es cierto que mis tomas anteriores de este mismo medicamento tenían el doble de concentración, por lo que sabía que podía asumir las consecuencias durante los siguientes meses. Y lo agradecí: si bien estos nódulos no desaparecieron de inmediato, sí es cierto que comenzaron a aparecer con menos frecuencia y duraban y dolían menos. Cinco meses después de terminar el tratamiento, la paella había prácticamente desaparecido -aunque me ha salido algún granito de manera puntual, nada tiene que ver con los nódulos de hace medio año-.

Acné nodular adulto: los productos para mantenerlo a raya 24/7 (y que seguirás usando cuando el brote haya desaparecido)

Si bien la toma del Dercutane fue determinante en mi tratamiento del acné (que no quiere decir que sea obligatorio en el de todos los pacientes, ya que dependerá del diagnóstico profesional), no todo queda ahí. Más que nunca, una pauta cosmética adaptada a las exigencias de la piel es ultranecesaria para un éxito absoluto. A continuación, la rutina cosmética que he seguido a rajatabla durante este último medio año -y que ahora, terminada la toma de Dercutane, mantengo religiosamente-.

Limpiador facial purificante Sébium, de Bioderma

Bioderma

Limpiador purificante Sébium, de Bioderma

No nos cansamos de repetir el que es, probablemente, nuestro mantra beauty favorito: “sin limpieza no hay belleza”. Si bien es cierto que su puesta en práctica es obligatoria independientemente de nuestro tipo de piel, es posible que dicho lema resulte más esencial aún en el tratamiento del acné. El motivo es simple: la limpieza insuficiente o incorrecta puede desembocar en una mayor obstrucción de los poros a causa de la producción de sebo exacerbado y, en consecuencia, una mayor aparición de espinillas, puntos negros y brillos innecesarios.

Prácticamente apocalíptico, efectivamente… hasta que descubres este limpiador facial del laboratorio francés. La clave está en una fórmula que combina dos de los peores enemigos del acné: el ácido salicílico y el ácido glicólico. Mientras que el primero es un betahidroxiácido que atrae el sebo cutáneo como un imán y presume de funciones antiinflamatorias y despigmentantes, el segundo es un alfahidroxiácido con una mayor capacidad de penetración -debido a su tamaño molecular reducido- que exfolia, favorece la producción de colágeno y elastina y potencia la retención de hidratación en la piel. A su vez, este gel incorpora gluconato de zinc, que regula los brillos, y el caprilglucósido, “una base limpiadora suave que limpia con suavidad respetando el equilibrio de la piel”.

EGF Serum, de Bioeffect

Un efecto prácticamente inmediato de la toma oral de isotretinoína es la sequedad cutánea, sobre todo en los labios, las comisuras y bajo las aletas de la nariz. Sequedad cuya intensidad, claro, dependerá de la concentración del tratamiento (yo la he notado tanto con la dosis de 10 mg como con la dosis de 20 mg). No te dejes engañar: por muy grasa que sea tu piel, la deshidratación nunca es una buena noticia. Menos aún cuando va acompañada de una mayor fragilidad y sensibilidad frente a los agentes externos, como es el caso.

Por ello, es probable que la rutina de hidratación estándar te resulte insuficiente. De hecho, es la ocasión perfecta para probar en primera persona el que es uno de los grandes avances en cosmética: los factores de crecimiento en formato tópico. Si bien estas proteínas fueron concebidas como un agente esencial en la investigación de los procesos neuronales (su precursora, la doctora especializada en neurobiología Rita Levi-Montalcini, se hizo con el Premio Nobel de Medicina en 1986 por demostrar su importancia en el desarrollo de condiciones como la demencia senil, el alzheimer y los tumores), encontraron su razón de ser en la cosmética por cumplir una función nutritiva, regenerativa y cicatrizante, esencial también en el tratamiento de las cicatrices acneicas posinflamatorias.

En el caso de este sérum de la marca islandesa especializada en biotecnología, hablamos de un elixir que, como indica su propio equipo, “reduce la aparición de las líneas de expresión, arrugas y poros de manera eficaz a la vez que aporta mayor luminosidad”. Y es que estos factores de crecimiento también estimulan los fibroblastos encargados de la producción de tres sustancias esenciales en el buen preservamiento de la piel -la elastina, el ácido hialurónico y el colágeno-, por lo que también te verás más joven. Todo ventajas.

Sérum Niacinamide 10% + Zinc, de Skincyclopedia

Skincyclopedia

Sérum Niacinamide 10% + Zinc

La niacinamida y el zinc, ingredientes clave en este suero de rápida absorción, forman uno de los tándems más eficaces de la industria cosmética. Mientras que la primera cubre prácticamente todas las necesidades que uno puede tener en mente por ser antimanchas, seborreguladora, hidratante, antirojeces y retexturizante, el segundo es reparador, cicatrizante, matificante, antioxidante y calmante. ¿Alguien se atreve a subir la apuesta?

No hace falta experimentar un brote de acné nodular -o de cualquier tipo- para introducir la niacinamida en cualquier rutina cosmética porque, como te explicamos en su momento, este derivado de la vitamina B tiene un sinfín de funciones que se traducen en una piel prácticamente perfecta. ¿Y cuáles de estas son más determinantes para las pieles grasas o con tendencia acneica? Su capacidad para regular la producción de sebo, su poder para reducir rojeces e inflamaciones y su habilidad para corregir la textura y despigmentar la piel. Además, nos encontramos de nuevo con el zinc, ingrediente matificante y antibacteriano que incide en el tratamiento de la hiperseborrea y en la antiinflamación.

Crema hidratante Hyseac 3-Regul, de Uriage

Uriage

Crema hidratante para piel grasa Hyseac 3-Regul, de Uriage

Tratar el acné no tiene que ver con dejar de usar productos cosméticos que puedan aportar peso y grasa a nuestra piel, sino con usar los más adecuados para nuestra tipología con el objetivo de que nuestro cutis esté en perfecto estado tanto por fuera como por dentro. Por tanto, y no solo porque es un paso esencial en la rutina estándar sino porque su importancia es aún mayor por los efectos de la medicación, la crema hidratante es una cláusula sine qua non.

Claro, que el repertorio entre el que elegir es vastísimo. ¿Nuestro consejo? Deja que tu dermatólogo elija por ti bajo su propio criterio. En mi caso, las profesionales que me atendieron me recomendaron la Hyseac 3-Regul de la francesa Uriage, una crema hidratante refrescante, ligera y de efecto matificante centrada en la eliminación de espinillas, puntos negros y brillos que ‘erosiona’ los granos aplicación tras aplicación gracias a su fórmula con agua termal, TLR2-REGUL, patente que “regula la vía inflamatoria temprana y estimula las defensas naturales de la piel”; extracto de regaliz, que regula la hiperseborrea; y un cóctel al 17% de ácido salicílico, acido glicólico; ácido málico y ácido láctico.

Crema solar Active [D] Fluid, de MartiDerm

MartiDerm

Crema solar Active [D] Fluid, de MartiDerm

“Otra vez que nos va a dar el discurso de la protección solar”, pensarás. Pues, efectivamente, así es. Porque es de nuevo un cosmético de uso obligatorio cuya importancia hay que subrayar durante el tratamiento para el acné debido a que el Dercutane tiene efecto fotosensibilizante, por lo que puede provocar que la piel se queme antes o incluso que le aparezcan aún más manchas. Tampoco deberías librarte de aplicarlo religiosamente si no estás tomando la medicación, no obstante, ya que te arriesgas a que cada granito deje su marca sobre tu rostro. Aunque puedes elegir cualquier fórmula con tal de que esta tenga filtro solar, esta fórmula de MartiDerm es de nuestras favoritas porque es ultraligera y se absorbe en segundos.

Gel antiimperfecciones Biretix Tri-Active, de Cantabria Labs

Cantabria Labs

Gel antiimperfecciones Biretix, de Cantabria Labs

Si bien el Dercutane es el tratamiento para el acné más efectivo a medio y largo plazo, también es importante recurrir a cosmética tópica especializada con la que tratar las problemáticas superficiales del acné de manera más específica y localizada. En esta categoría, agradecerás la acción del Biretix Tri-Active, un gel transparente queratolítico, purificante y seborregulador que tendrás que aplicar una vez cada dos noches únicamente en las áreas con manchas y granitos, según indicación médica. Su éxito reside en la tecnología patentada RetinSphere Technology y el activo BIOPEP 15, que actúan en colaboración para reducir la proliferación de microrganismos junto a una serie de activos exfoliantes y despigmentantes.

Neoretin Discrom Intensive Pigment Control, de Cantabria Labs

Cantabria Labs

Tratamiento de noche Neoretin Discrom Intensive Pigment Control, de Cantabria Labs

La noche que no apliques el gel Biretix Tri-Active, aplica por todo el rostro este sérum de noche del laboratorio español. Con alfahidroxiácidos, RethinSphere, tecnología que combina ácido retinoico y retinol, gran aliado tanto para pieles acneicas como para pieles maduras; ácido elágico, de carácter antioxidante; niacinamida, ácido tranexámico, despigmentante; y un derivado del ácido azeláico, con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes y también despigmentantes; este tratamiento ilumina la tez, reduce las manchas y la hiperpigmentación provocada tras el brote de acné o una exposición solar sin protección.

¿Otro tip para usarlo de manera correcta y optimizar el producto? Al ser ultraligero y absorberse tan rápido, aplícalo directamente desde la pipeta en vez de echarlo primero en la mano para luego distribuirlo.

Qué es el Mesofill, el tratamiento estético con el que tus marcas de acné se convertirán en una anécdota

En sí, la rutina cosmética adaptada a dicha problemática y la toma de la isotretinoína en los casos más severos, como el mío, son las armas de batalla principales en la lucha contra el acné. Sin embargo, tal y como ocurre con otras problemáticas cutáneas, siempre hay recursos extra a los que se pueden recurrir para acelerar o perfeccionar los resultados desde el punto de vista estético. Así ocurre con el Mesofill, un tratamiento de mesoterapia facial a base de skinboosters, término que hace referencia a las microinyecciones de ácido hialurónico no reticulado o de muy baja reticulación, aminoácidos y vitaminas que revitaliza, hidrata, redensifica y aporta luminosidad a la dermis.

Un momento, un momento, ¿mesoterapia facial? ¿No es ese un tratamiento antienvejecimiento? Sí, pero no únicamente. Al fin y al cabo, una mesoterapia facial busca mejorar la calidad de la piel tanto por dentro como por fuera y, evidentemente, una mejora de las cicatrices y las marcas de acné entra dentro de este perfeccionamiento cutáneo. Algo similar ocurre con el retinol, activo derivado de la vitamina A que funciona como antienvejecimiento y como antiacné de manera simultánea.

"La base del tratamiento del acné en sus formas moderadas-graves serán siempre
los tratamientos médicos, como hemos comentado previamente", explica la doctora Crespo, quien insiste en el tratamiento oral como primer paso en el tratamiento del acné avanzado. “Sin embargo, sí existen tratamientos médico-estéticos como el Mesofill que, asociados a la medicación oral, mejoran las cicatrices o la inflamación de las lesiones. En el caso del Mesofill, lo aplicamos como coadyuvante para regenerar la piel con cicatrices una vez hemos controlado la aparición de nuevos nódulos activos", continúa. Dichas microinyecciones tendrán un efecto interno en nuestra piel al estimular la producción de colágeno y elastina, pero también tendrá un efecto superficial evidente porque literalmente levanta los hundimientos de las cicatrices más evidentes para un tacto más liso y uniforme, factor que puede suponer un booster de autoestima frente al espejo -por experiencia propia-.

La mesoterapia facial o Mesofill, paso a paso

Según nos explica la misma doctora, el procedimiento del Mesofill se divide en cinco pasos que se abordan en un plazo total de hasta 60 minutos:

  1. Desinfección de la piel para evitar infecciones durante las infiltraciones.
  2. Aplicación de la anestesia tópica para evitar molestias durante el tratamiento, que permanecerá sobre la piel entre 15 y 20 minutos. Avisamos: el procedimiento es molesto, pero totalmente soportable (aunque también dependerá del umbral de dolor de cada paciente).
  3. Comienzo de las micropunciones con los skinboosters con una mayor insistencia en las zonas de depresión afectadas por las cicatrices. Posteriormente se procederá a las microinfiltraciones de vitaminas y aminoácidos “para mejorar el medio extracelular de la dermis”, explica Crespo.
  4. Aplicación de una mascarilla facial con factores de crecimiento para calmar la piel tras el procedimiento.
  5. Aplicación de protección solar de amplio espectro.
¿Cuántas sesiones se recomiendan de Mesofill para tratar el acné nodular? ¿Cada cuánto hay que llevarlas a cabo?

Según la doctora Crespo, los resultados óptimos en los casos de acné nodular o quístico adulto se alcanzan tras una serie de entre 3 y 5 sesiones de choque separadas entre ellas de dos a tres semanas. Una vez cumplidos estos plazos, se recomienda un mantenimiento trimestral para conservar el buen estado de la piel.